¿Últimamente va al baño con más frecuencia de lo habitual? Si la respuesta es sí, es posible que simplemente beba demasiado o que padezca una enfermedad subyacente.
Como su nombre indica, la micción frecuente es un término técnico que se utiliza cuando se orina con más frecuencia de lo normal.
Para la mayoría de las personas, orinar entre seis o siete veces en un período de 24 horas (cuando se beben dos litros de líquido) es completamente normal1. Un número mayor podría indicar un problema más grave1.
Orinar con más frecuencia puede tener un impacto significativo en la vida diaria, no solo porque repercute en su patrón de sueño debido a tener que despertarse por la noche, sino también porque interfiere en su trabajo, aficiones y estado de ánimo en general. Por tanto, es crucial llegar a la raíz del problema.
En este artículo, vamos a tratar de algunas de las principales causas de la micción frecuente, y destacaremos lo que puede hacer para resolver el problema y restablecer el número de visitas al baño a un nivel mucho más razonable.
La micción es un proceso complejo que implica una intrincada red de señales entre el sistema nervioso y las vías urinarias2. Esto significa que la necesidad de orinar con más frecuencia puede deberse a varias causas, desde problemas menores como consumir demasiada cafeína3 hasta problemas mayores como una enfermedad renal o el agrandamiento de la próstata4.
Algunas de las principales causas de la micción frecuente pueden ser las siguientes4:
Las infecciones en las vías urinarias (IVU), uno de los motivos más habituales de la micción frecuente5, suelen deberse a infecciones bacterianas o fúngicas que pueden afectar a la vejiga, la uretra u otras partes de las vías urinarias.
La diabetes no controlada puede causar micción frecuente debido a concentraciones elevadas de glucosa en sangre6.
Cuando el organismo no es capaz de descomponer la glucosa, aumenta la concentración de esta en sangre, lo que puede desbordar la capacidad de los riñones para filtrarla, arrastrando agua a la orina por ósmosis y creando síntomas de poliuria (micción frecuente) o polidipsia (aumento de la sed para compensar la pérdida de líquidos)6.
El agrandamiento de la próstata puede ejercer una presión añadida sobre la vejiga y el aparato urinario, lo que provoca el aumento de la micción.
La próstata es una pequeña glándula del tamaño y la forma de una nuez que se encuentra debajo del cuello de la vejiga. La uretra atraviesa el centro de la próstata, desde la vejiga hasta el pene, y permite que la orina salga del cuerpo.
A medida que los hombres envejecen, la próstata puede aumentar de tamaño. Más del 40 % de los hombres de 50 años y más del 80 % de los de 70 tienen la próstata agrandada, una afección también conocida como hiperplasia prostática benigna o HPB7.
También puede provocar dificultades al orinar, como dificultad para iniciar el chorro de orina, necesidad de empujar o hacer fuerza al orinar, vaciado incompleto, flujo de orina débil o dolor al orinar8,9.
Aunque los factores mencionados anteriormente pueden ser las causas asociadas con más frecuencia a la micción frecuente4, también pueden ser un síntoma de otras afecciones e infecciones subyacentes. Por ejemplo4,10:
• Cistitis intersticial
• Hipercalcemia
• Diverticulitis
• Toma de medicamentos diuréticos
• Infecciones de transmisión sexual (ITS) como la clamidia
• Problemas neurológicos como ictus o enfermedad de Parkinson
• Recibir radioterapia
Su dieta también puede provocar una mayor necesidad de orinar.
Los alimentos que contienen chocolate, guindilla o edulcorantes artificiales, por ejemplo, pueden irritar la vejiga o actuar como diuréticos (de forma similar a los medicamentos diuréticos), mientras que el alcohol o la cafeína pueden afectar a la capacidad del organismo para eliminar agua, lo que favorece la pérdida de líquidos3.
Si su necesidad de ir constantemente al baño está afectando a su calidad de vida, es posible que haya llegado el momento de visitar a un médico, quien le ayudará a diagnosticar la causa del problema e iniciará un plan de tratamiento apropiado.
Si tiene una enfermedad subyacente de la que no es consciente, cuanto antes le evalúe un profesional médico, mejor.
Para diagnosticar la causa de su necesidad de orinar con frecuencia, el médico le hará varias preguntas clave sobre usted y sus antecedentes médicos. Por ejemplo, preguntas sobre los medicamentos que toma actualmente, su dieta (en cuanto a ingesta de cafeína, alcohol y líquidos) y otros factores relacionados con su estilo de vida.
También es probable que le pregunte por la frecuencia y el patrón de la micción, otros síntomas que presente y si hay algún cambio en el color, el olor o la consistencia de la orina.
Una vez que disponga de toda esta información, es posible que le haga una exploración física o algunas pruebas diagnósticas. Por ejemplo:
• Análisis de muestras de orina
• Ecografías, radiografías o TAC
• Pruebas neurológicas
• Análisis de infecciones de transmisión sexual (ITS)
• Análisis de sangre
• Cistoscopia
• Pruebas urodinámicas
El tratamiento adecuado dependerá de la causa de su necesidad de orinar con tanta frecuencia.
Si, por ejemplo, se detecta una infección renal o en las vías urinarias subyacente, el médico suele recetar analgésicos y antibióticos para aliviar los síntomas.
Por otra parte, en caso de diagnóstico de agrandamiento de la próstata, aunque es probable que su médico le recete algún medicamento como tratamiento de primera línea, también puede recomendarle el sistema UroLift, un procedimiento mínimamente invasivo.
Dado que muchos hombres pueden sufrir efectos secundarios como resultado de la toma de medicamentos, o simplemente no les gusta la idea de tomar una pastilla todos los días, el sistema UroLift puede recomendarse debido a su capacidad para reducir el número de veces que tiene que levantarse por la noche para orinar11.
Independientemente de la causa de su micción frecuente, el médico podrá aconsejarle sobre el mejor tratamiento para sus circunstancias específicas, ya sea un medicamento concreto, un tratamiento u otro tipo de intervención.
Los cambios pequeños en el estilo de vida, como reducir el consumo de cafeína, alcohol, alimentos picantes y edulcorantes artificiales, también podrían influir en la frecuencia con la que necesita orinar.
Hacer ejercicio con regularidad, mantener un peso saludable y controlar el consumo de líquidos puede ayudar a mejorar el control de la vejiga y reducir el número de visitas al baño.
El hecho de sentir la necesidad de orinar con frecuencia puede ser motivo de preocupación, ya que este síntoma está asociado a diversos posibles problemas de salud subyacentes.
A continuación encontrará respuestas a algunas de las preguntas más frecuentes sobre la micción frecuente, elaboradas para ayudarle a comprender y controlar mejor su salud urinaria.
La micción frecuente puede deberse a diferentes factores y puede ser un síntoma habitual de varias afecciones.
Sin embargo, las causas más habituales de la micción frecuente son las infecciones urinarias, el agrandamiento de la próstata (en los hombres), el embarazo (en las mujeres), la diabetes, la vejiga hiperactiva, las afecciones neurológicas y la toma de determinados medicamentos4.
Un aumento ocasional de la necesidad de orinar es completamente normal y puede deberse a varias causas, como la ingesta de líquidos y determinados cambios en la dieta.
Sin embargo, si observa algún cambio nuevo o preocupante en sus hábitos urinarios, debe consultar a un profesional sanitario.
Asimismo, si siente dolor al orinar, observa sangre en la orina, tiene dificultad para orinar o cualquier otro síntoma urinario preocupante, debe ponerse en contacto con su médico lo antes posible.
Sí, es más probable que orine con frecuencia si está embarazada, es mayor de 70 años o tiene la próstata agrandada4.
Los adultos de avanzada edad son más propensos a tener una vejiga hiperactiva12, lo que puede provocar una mayor necesidad de orinar, incluso con volúmenes vesicales bajos13.
El agrandamiento de la próstata es más frecuente en el cáncer de próstata7,14 y puede provocar síntomas urinarios molestos si existe algún bloqueo o presión en la uretra.
Sí, despertarse para orinar en mitad de la noche es perfectamente normal. De hecho, es posible que vaya más de una vez al baño, dependiendo de la edad que tenga.
Sin embargo, en función de la frecuencia con la que se despierte para orinar, esto también podría ser un signo de una enfermedad conocida como nicturia.
En general, la prevalencia de la nicturia aumenta con la edad, tanto en hombres como en mujeres. En los pacientes de 60 a 70 años, la prevalencia de la nicturia oscila entre el 11 % y el 50 %15. En los pacientes mayores de 80 años, este porcentaje se eleva a entre el 80 % y el 90 %, y el 30 % sufre dos o más episodios cada noche15.
Por lo tanto, es posible que merezca la pena visitar a un médico si la frecuencia de micción aumenta excesivamente.
Un tratamiento mínimamente invasivo como el sistema UroLift, por ejemplo, podría ayudar a aliviar rápidamente los síntomas16 y a mejorar significativamente la calidad de vida17.
Algunos tipos de medicamentos, como los diuréticos con clorotiazida, pueden aumentar la producción de orina y crear la necesidad de orinar con más frecuencia9.
También se ha demostrado que algunos antidepresivos y antipsicóticos afectan a la función de la vejiga y provocan síntomas urinarios18.
Los cambios pequeños en el estilo de vida, como modificar la dieta, pueden ayudar a reducir el número de visitas al baño. Estos son algunos alimentos que se cree que afectan a la vejiga19:
• Chocolate
• Zumo de arándanos
• Productos lácteos como leche, queso y yogures
• Alimentos picantes
• Bebidas con gas
• Tomates
• Vinagre
• Azúcar y miel
• Edulcorantes artificiales
• Cafeína
• Alcohol
Sí, se cree que los sentimientos de estrés, ansiedad y depresión contribuyen a la micción frecuente20.
Todavía no se conoce con exactitud la razón exacta. No obstante, algunos expertos creen que podría estar relacionado con sensaciones de estrés que causan tensión muscular, lo que afecta a los músculos de la vejiga y provoca un aumento de la necesidad imperiosa de orinar20.
Si su médico le diagnostica un agrandamiento de la próstata, o hiperplasia prostática benigna (HPB), como la causa de su micción frecuente, el sistema UroLift podría ayudarle.
El sistema UroLift utiliza un método mínimamente invasivo para tratar la HPB, una enfermedad que afecta a más de 700 millones de hombres de edad avanzada en todo el mundo7,21.
El sistema UroLift, que suele utilizarse como procedimiento ambulatorio en el mismo día y con anestesia local22, utiliza pequeños implantes para elevar y mantener el tejido prostático agrandado alejado de la uretra, lo que ayuda a mejorar el flujo de orina y a reducir los síntomas asociados.
Declaración de seguridad
El sistema UroLift está indicado para el tratamiento sintomático del agrandamiento de próstata de hasta 100 cc en hombres mayores de 50 años. Como en cualquier otro procedimiento médico, los resultados están sujetos a variaciones entre individuos. Los efectos secundarios más frecuentes son temporales y son, por ejemplo, dolor o sensación de escozor al orinar, sangre en la orina, dolor pélvico, necesidad imperiosa de orinar o imposibilidad de controlar esa necesidad imperiosa16. Algunos efectos secundarios raros, como la hemorragia y la infección, pueden tener consecuencias graves, y en muchos casos requieren intervención. Hable con su médico para determinar si cumple los requisitos para someterse a este tratamiento.
Consulte las instrucciones de uso para conocer todas las indicaciones, contraindicaciones, advertencias y precauciones.
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