No, la HPB (hiperplasia prostática benigna) es una afección benigna sin relación con el cáncer de próstata; no obstante, puede afectar considerablemente la calidad de vida de los hombres. La HPB NO es un tipo de cáncer.
Si no se trata, la HPB puede ocasionar daños permanentes a la vejiga1. Cuando la vejiga no se vacía por completo puede aumentar el riesgo de infección urinaria (IU)2. Con el tiempo pueden aparecer también otros problemas graves, como cálculos en la vejiga, aparición de sangre en la orina, incontinencia o retención urinaria2.
Probablemente necesite tratarse la HPB si nota síntomas de HPB como necesidad urgente de orinar, dificultad para iniciar el chorro de orina, necesidad de empujar o de hacer fuerza para orinar, goteo posmiccional, sensación de que la vejiga no se vacía después de orinar, chorro de orina débil, aumento de la frecuencia urinaria, micción nocturna frecuente, ardor o dolor al orinar3.
Podría ser un candidato apto si es hombre, tiene 45 años o más y sufre síntomas relacionados con la HPB. Consulte con un urólogo si el tratamiento con el sistema UroLift® es adecuado en su caso. Si padece una alergia conocida al níquel, titanio o acero inoxidable, notifique su alergia al médico antes de someterse a tratamiento con el sistema UroLift.
El sistema UroLift es el único tratamiento basado en una intervención de levantamiento de la uretra prostática (PUL). El tratamiento con el sistema UroLift es una técnica probada y mínimamente invasiva para tratar los síntomas del tracto urinario inferior debidos a una hiperplasia prostática benigna (HPB) que puede librar a los hombres de la medicación para la HPB y evitar una cirugía mayor. Los implantes permanentes del sistema UroLift, insertados durante una intervención ambulatoria mínimamente invasiva, alivian la obstrucción de la próstata y abren la directamente uretra sin cortar, calentar ni eliminar tejido prostático.
Como ocurre con cualquier intervención médica, los resultados individuales podrían variar. Consulte con un urólogo si el tratamiento con el sistema UroLift es adecuado en su caso. La mayoría de los efectos secundarios más frecuentes son leves o moderados y consisten en dolor o ardor al orinar, aparición de sangre en la orina, dolor pélvico, necesidad urgente de orinar o incapacidad para controlar la urgencia. La mayoría de los síntomas desaparecen entre dos y cuatro semanas después de la intervención.
El sistema UroLift consta de un dispositivo de liberación y unos diminutos implantes permanentes.
Una característica exclusiva del sistema UroLift es que no impide la repetición del tratamiento o la aplicación de otros tratamientos para la HPB como la RTUP o el láser, en caso de precisarse en el futuro.
Los implantes son, en principio, permanentes. Los implantes están hechos de materiales quirúrgicos implantables habituales: una lengüeta capsular de nitinol, una lengüeta de acero inoxidable y una sutura de polietileno que sujeta las lengüetas entre sí. Si fuera necesario, el médico podría extraer la porción uretral del implante. La pieza uretral terminal se extrae con unas pinzas convencionales después de cortar la sutura. La lengüeta capsular permanecerá dentro del cuerpo.
Un urólogo, un médico especializado en el tratamiento de las enfermedades del sistema urinario y los órganos sexuales, utiliza el sistema UroLift para tratar los síntomas urinarios de la HPB. El urólogo recibe una formación completa antes de utilizar el sistema UroLift.
El dispositivo de liberación UroLift es un dispositivo médico estéril de un solo uso que contiene un implante UroLift. Los pacientes suelen necesitar de 4 a 6 implantes durante el tratamiento con el sistema UroLift. El dispositivo de liberación se inserta a través de la uretra por medio de una vaina rígida bajo visualización cistoscópica hasta alcanzar la obstrucción que se desea tratar.
Los implantes UroLift son pequeños implantes permanentes que sujetan los lóbulos prostáticos causantes de la obstrucción. Se despliegan a través de una aguja que sale del dispositivo de liberación. Cada implante está hecho de materiales implantables habituales: nitinol, acero inoxidable y sutura. En general, se colocan de 4 a 6 implantes en la próstata.
Su médico le indicará las pruebas necesarias. Es probable que el médico le pida que rellene un cuestionario para evaluar sus síntomas, también conocido como IPSS (International Prostate Symptom Score). Además, algunas pruebas habituales consisten en un tacto rectal, una ecografía transrectal (ETR), una ecografía vesical y un análisis de orina.
Si usted y su médico deciden que el tratamiento con el sistema UroLift resulta adecuado en su caso, su médico le dará información más detallada sobre el tratamiento. En general, el sistema UroLift es un tratamiento mínimamente invasivo que requiere una convalecencia mínima. El médico usará el dispositivo de liberación de UroLift para desplegar implantes permanentes que alivien la obstrucción causada por la próstata agrandada que comprime la uretra. La intervención, que suele durar menos de una hora, se puede realizar bajo anestesia local o general; es posible que se le administren medicamentos para que se encuentre más cómodo durante el tratamiento. La medicación ayuda a minimizar las molestias durante la intervención, si bien la definición de dolor y molestia varía mucho según las personas. En general, no se necesita ninguna sonda ni pasar la noche en el hospital después del tratamiento4.
Tras finalizar el tratamiento, por lo general los pacientes regresan a su casa en el mismo día sin necesitar una sonda. Después del tratamiento, la convalecencia es mínima y muchos notan un alivio de sus síntomas en apenas 2 semanas. Los pacientes podrían experimentar ciertas molestias urinarias durante el período de recuperación. Los efectos secundarios más frecuentes podrían consistir en la aparición de sangre en la orina, leve dolor o molestias al orinar, cierto aumento en la urgencia para orinar y molestias en la pelvis, y suelen desaparecer entre dos y cuatro semanas después de la intervención.
Los implantes están hechos de materiales quirúrgicos implantables habituales: una lengüeta de nitinol, una lengüeta de acero inoxidable y una sutura de polietileno que sujeta las lengüetas entre sí. Si fuera necesario, el médico podría extraer la porción uretral del implante.
Los estudios clínicos han demostrado que el tratamiento con el sistema UroLift no produce casos de disfunción eréctil o eyaculatoria nueva y persistente4. No siempre cabe decir lo mismo de otras terapias de HPB como la RTUP, el láser e incluso la medicación.
Los ensayos no clínicos han mostrado que el implante UroLift es apto para la RM en determinadas condiciones. Un paciente con este dispositivo se puede someter a una RM de inmediato después de la implantación si el sistema cumple las condiciones siguientes:
En las condiciones de estudio definidas con anterioridad, se espera que el implante UroLift produzca un aumento máximo de temperatura de 2,4 °C después de 15 minutos de barrido continuado (es decir, por secuencia de pulsos).
En los ensayos no clínicos, el artefacto de la imagen causado por el dispositivo se extendía unos 15 mm desde el implante del UroLift tras visualizarlo con una secuencia de pulsos de eco de gradiente y un sistema RM de 3,0 T.
La seguridad del sistema de liberación en el entorno de la RM no se ha evaluado, y por tanto, el sistema de liberación no se debe utilizar en el entorno de la RM.
Las tarjetas de paciente con el implante se proporcionan para informar al paciente de que el implante UroLift tiene compatibilidad condicional con RM y solo se puede escanear de manera segura en determinadas condiciones.
Si tiene preguntas sobre la seguridad de la RM, consulte con su médico.
Puede también descargar e imprimir la versión de nuestra tarjeta de paciente para la RM.
No se prevé que los implantes interfieran con un tacto rectal. Los implantes se colocan en la cara anterior (delantera) de la próstata, y el tacto se realiza en la cara posterior (trasera) de la próstata.
El tratamiento con el sistema UroLift ha resultado seguro y efectivo para combatir los síntomas relacionados con la HPB. Su perfil de riesgo es mejor que el de la mayoría de las opciones quirúrgicas tradicionales y los pacientes refieren un alivio de los síntomas mayor que con los medicamentos4. En el estudio fundamental con una amplia muestra sobre el sistema UroLift no se detectaron casos de disfunción eréctil o eyaculatoria nueva y persistente4.
Contamos con más de 25 publicaciones revisadas por pares que demuestran la seguridad y eficacia del sistema UroLift. La mejoría de los síntomas urinarios, como se ha comprobado a través de la reducción del IPSS (International Prostate Symptom Score), ha sido uniforme en los diversos estudios, que han demostrado un alivio rápido en tan solo dos semanas y que se mantiene a los cinco años.5
En nuestros estudios clínicos, los efectos secundarios notificados con más frecuencia fueron leves o moderados y consistieron en dolor o ardor al orinar, aparición de sangre en la orina, dolor pélvico, necesidad urgente de orinar o incapacidad para controlar la urgencia. La mayoría de los síntomas desaparece entre dos y cuatro semanas después de la intervención.4
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