Muchos hombres no entienden para qué sirve la próstata y cómo puede influir en sus vidas. La próstata es una pequeña glándula del tamaño y la forma de nuez que se encuentra bajo el cuello de la vejiga. La uretra discurre por el centro de la próstata, desde la vejiga hasta el pene, y facilita la salida de la orina.
La próstata es un órgano reproductor masculino. Su función principal es la producción de líquido prostático. El líquido prostático es un líquido alcalino segregado por la glándula prostática durante la eyaculación que forma parte del semen.
La próstata puede aumentar de tamaño con el envejecimiento y suele comenzar a crecer alrededor de los 40 o 50 años como parte normal del envejecimiento. Con el tiempo, este crecimiento puede dar lugar a la hiperplasia prostática benigna, abreviada «HPB».
La hiperplasia prostática benigna, más comúnmente conocida como HPB o próstata agrandada, es un agrandamiento no canceroso de la glándula prostática y del tejido que la rodea.
La HBP, que afecta a más de 700 millones de hombres en todo el mundo1,2, es una forma común de tumor benigno en los hombres y se cree que aparece como resultado de los cambios hormonales que se producen con el envejecimiento3.
En este artículo, le enseñaremos todo lo que necesita saber sobre la HBP, destacando no sólo qué es y cómo se diagnostica, sino también cómo los enfoques de tratamiento como el sistema UroLift pueden proporcionar un alivio rápido y eficaz a los hombres que viven con los síntomas del agrandamiento de la próstata4,5.
Para entender bien qué es la hiperplasia benigna de próstata (HBP), primero tenemos que echar un vistazo más detallado a la próstata.
Situada en los hombres justo debajo de la vejiga, la próstata es una glándula con forma de nuez que tiene tres funciones principales6: interviene en la producción de hormonas, ayuda a regular el flujo de orina y los procesos eyaculatorios y produce líquido seminal, un componente clave del semen.
A lo largo de la vida de un hombre, la próstata atraviesa dos periodos principales de crecimiento. El primero tiene lugar relativamente pronto, durante la pubertad, cuando la próstata casi duplica su tamaño7. Después, a partir de la veintena, sigue creciendo durante el resto de la vida de un hombre adulto, desde el tamaño de una pelota de golf hasta el de una naranja7.
Los síntomas de la HBP aparecen cuando la próstata crece demasiado.
Cuando esto ocurre, la próstata agrandada puede presionar y obstruir la uretra (el conducto que permite que la orina salga de la vejiga), comprimiéndola y haciendo que la pared de la vejiga se engrose con el tiempo. Esto puede provocar una amplia gama de molestos síntomas urinarios, como se indica a continuación.
El agrandamiento de la próstata puede provocar una serie de síntomas que afectan a la calidad de vida diaria. De hecho, la HBP es una de las diez razones principales por las que los hombres sienten la necesidad de visitar a un urólogo8, y las investigaciones revelan que 1 de cada 4 hombres puede padecer HBP a lo largo de su vida9.
Estos síntomas afectan en gran medida al sistema urinario y suelen incluir10,11:
Aunque la causa exacta de la hiperplasia prostática benigna (HPB) sigue siendo relativamente desconocida, se considera que la edad y las características testiculares son dos causas clave12.
A lo largo de la vida, los hombres producen testosterona y una pequeña cantidad de estrógenos. Sin embargo, a medida que se envejece, la proporción entre las dos hormonas empieza a fallar: los niveles de testosterona activa comienzan a descender, lo que provoca una proporción comparativamente mayor de estrógenos en la sangre12.
En algunos estudios se plantea la hipótesis de que este aumento relativo de la concentración de estrógenos estimule determinadas sustancias que favorecen el crecimiento de la próstata, lo que provoca la HPB13.
De acuerdo con otra teoría, la HPB se debe a los altos niveles de dihidrotestosterona (DHT), una hormona masculina que interviene en el desarrollo de la próstata. Los investigadores han demostrado, por ejemplo, que los hombres que no producen DHT tampoco presentan HPB12.
Si consideramos la edad como factor de riesgo, las estadísticas que figuran a continuación hablan por sí solas. Según un estudio publicado en el Journal of Urology (Revista de Urologia)1:
• Más del 40 % de los hombres a partir de 50 años sufren HPB
• Más del 70 % de los hombres a partir de 60 años sufren HPB
• Más del 80 % de los hombres a partir de 70 años sufren HPB
• Casi el 90 % de los hombres a partir de 80 años sufren HPB
Otros factores de riesgo también pueden aumentar el riesgo de padecer esta enfermedad. Por ejemplo:
• Antecedentes familiares: los estudios demuestran que, en los hombres con antecedentes familiares de agrandamiento de la próstata, el riesgo de presentar signos y síntomas indicativos de HPB es mayor14.
• Origen étnico: las investigaciones han revelado que el riesgo de HPB puede variar en función del grupo étnico. Los varones afroamericanos, por ejemplo, tienen un 50 % menos de probabilidades de diagnóstico de HPB que los de raza blanca15.
• Factores relacionados con el estilo de vida: determinados factores relacionados con el estilo de vida, como el tabaquismo, la obesidad y la falta de ejercicio, se asocian a un mayor riesgo de padecer HPB16.
Si presenta algún síntoma de HPB que afecta a su calidad de vida en general, no se preocupe: no está solo.
Lo primero que debe hacer es concertar una consulta con su médico. Sin embargo, la urgencia con la que debe ponerse en contacto con este dependerá en gran medida del tipo de síntomas que presente.
De no tratarse, la HPB puede suponer un riesgo importante para la función de la vejiga con el paso del tiempo, ya que el agrandamiento de la próstata puede afectar a la uretra y provocar síntomas en las vías urinarias inferiores, problemas de retención de orina o infecciones debidas a un vaciado incompleto de la vejiga3.
Si presenta síntomas similares o cualquier otro problema grave, como sangre en la orina o dificultades al orinar, debe consultar inmediatamente a un profesional médico.
Durante la consulta, su médico de cabecera le hará preguntas sobre sus síntomas y sus antecedentes médicos, antes de realizar varias pruebas para determinar si tiene la próstata agrandada. Estas pruebas pueden ser:
• Cuestionario de puntuación de los síntomas IPSS: diseñado para medir la gravedad de los síntomas urinarios mediante el registro de la frecuencia con la que se producen.
• Análisis de sangre: para evaluar la función renal.
• Análisis de sangre del antígeno prostático específico (PSA): para medir la cantidad de PSA en la sangre y detectar un posible cáncer de próstata.
• Análisis de orina: para detectar anomalías que pudieran indicar una enfermedad subyacente.
• Tacto rectal (TR): se realiza para palpar el tamaño y la forma de la próstata a través del recto.
Es posible que su médico le remita a un urólogo para una evaluación más exhaustiva de sus síntomas de HPB. Esto puede deberse a infecciones recurrentes, al fracaso de tratamientos anteriores, a problemas renales o un aumento en las concentraciones de PSA.
Al acudir a un especialista, es probable que le realicen pruebas adicionales para determinar la causa de sus síntomas. Por ejemplo:
• Pruebas urodinámicas: para medir la función nerviosa y muscular, la presión alrededor y dentro de la vejiga, la velocidad de flujo y otros factores17.
• Ecografía transrectal: para obtener imágenes detalladas de la próstata que resalten su tamaño, forma y estructura.
• Análisis de sangre del antígeno prostático específico (PSA): para medir la cantidad de PSA en la sangre y detectar un posible cáncer de próstata.
• Cistoscopia: para determinar el estado de la uretra y la vejiga y si la próstata está afectando a la uretra12.
Existen varias opciones para tratar la HPB. Sin embargo, el tratamiento adecuado para usted dependerá de varios aspectos, como la gravedad de sus síntomas y el impacto que tengan en su vida cotidiana.
Junto con su médico, decidirá qué tipo de tratamiento se adapta mejor a sus circunstancias.
Si solo presenta síntomas leves, por ejemplo, puede decidir que no necesita ningún tratamiento. En cambio, si sus síntomas provocan un aumento del número de visitas al baño a lo largo del día y de la noche, puede recomendarse un procedimiento mínimamente invasivo como el sistema UroLift.
Durante la consulta inicial con su médico, es posible que le comenten la posibilidad de adoptar una estrategia de «observar y esperar» si sus síntomas de HPB son de leves a moderados. Por lo general, esto implica colaborar con su médico para controlar la próstata, normalmente mediante un examen anual, sin tratamiento activo.
La vigilancia activa también puede implicar ciertos cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar, hacer ejercicio con regularidad y mantener una dieta sana en la que se eviten los alimentos procesados, ricos en grasas y azúcares16.
Pueden recetarse determinados tipos de medicamentos para ayudarle a controlar los síntomas de la HPB y mejorar los problemas de flujo urinario. Por lo general18:
• Alfabloqueantes: relajan los músculos de la próstata y ayudan a reducir los síntomas relacionados con la micción. Sin embargo, también pueden provocar determinados efectos secundarios, como mareos, cansancio y dificultades para eyacular.
• Inhibidores de la 5-alfa reductasa: aumentan el flujo de orina y reducen la producción de determinadas hormonas sexuales masculinas que contribuyen al agrandamiento de la próstata. Como resultado, se reduce el tamaño de la próstata, lo que puede provocar efectos secundarios como disfunción eréctil, problemas de eyaculación y disminución del deseo sexual.
Antes de tomar un medicamento para tratar los síntomas de la HPB, es importante que comente con su médico las dudas que pueda tener. Este le explicará los posibles efectos secundarios de cada tipo de medicación y se asegurará de que su plan de tratamiento se adapta a sus circunstancias personales.
Si sigue el tratamiento que le recete su médico, podrá controlar los síntomas más fácilmente y mejorar su calidad de vida en general.
Como alternativa a los medicamentos, es posible recurrir a la cirugía mínimamente invasiva, que puede realizarse a menudo en el mismo día y ofrece un tiempo de recuperación mucho menor que el de la cirugía tradicional.
Estas intervenciones, diseñadas para aliviar los síntomas de las vías urinarias inferiores debidos a la HPB, suelen realizarse de forma ambulatoria con anestesia local.
Un método mínimamente invasivo que su médico podría recomendarle es el sistema UroLift.
Este sistema, que suele utilizarse como procedimiento ambulatorio en el mismo día y con anestesia local19, utiliza pequeños implantes para elevar y mantener el tejido prostático agrandado alejado de la uretra, lo que ayuda a mejorar el flujo de orina y a reducir los síntomas asociados.
El sistema UroLift es el único procedimiento para tratar el agrandamiento de la próstata que no requiere calentar, cortar, extirpar ni destruir tejido prostático5: un método de eficacia probada para pacientes que buscan una alternativa a los medicamentos o la cirugía mayor4.
En el Reino Unido, el sistema UroLift también se recomienda como parte de las directrices NICE para el tratamiento de los síntomas de la HPB en las vías urinarias inferiores20.
En intervenciones quirúrgicas más invasivas, quizá sea necesario calentar, cortar o extirpar el exceso de tejido prostático. Suelen realizarse con anestesia general, requieren hospitalización y pueden incluir intervenciones como:
• Resección transuretral de la próstata (RTUP)
• Incisión transuretral de la próstata (ITUP)
• Prostatectomía
• Cirugía láser
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Declaración de seguridad
El sistema UroLift está indicado para el tratamiento sintomático del agrandamiento de próstata de hasta 100 cc en hombres mayores de 50 años. Como en cualquier otro procedimiento médico, los resultados están sujetos a variaciones entre individuos. Los efectos secundarios más frecuentes son temporales e incluyen dolor o sensación de escozor al orinar, sangre en la orina, dolor pélvico, necesidad imperiosa de orinar o imposibilidad de controlar esta necesidad imperiosa5. Algunos efectos secundarios raros, como el sangrado y la infección, pueden tener consecuencias graves y muchos requieren intervención. Hable con su médico para determinar si cumple los requisitos para someterse a este tratamiento.
Consulte las instrucciones de uso para conocer todas las indicaciones, contraindicaciones, advertencias y precauciones.
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